Como alisar una pared de Gotelé

El gotelé es una técnica de decoración que se usó mucho hace ya algún tiempo. Su éxito se debió a que es realmente útil a la hora de cubrir los desperfectos de las paredes. Hoy en día ver casas con gotelé nos da la sensación de estar en un espacio antiguo y nada actual. Por ello, es normal que muchas personas estén interesadas en quitar esta decoración de su hogar. Básicamente hay dos formas para poder conseguirlo: 

Cubriendo el gotelé

Se hace usando pasta cubre gotelé y se emplea cuando las paredes tienen pintura plástica, ya que es dura y difícil de raspar. Además, es el método más limpio y rápido para decir adiós al gotelé. En Brycus consejos te explicamos los pasos a seguir:

   Calcula la pasta necesaria

Tienes que medir las paredes que vas a cubrir para calcular los m2 totales. Para ello, resta la superficie de ventanas y puertas. Generalmente, se necesita 1 kg de pasta por cada m2. De esta manera sabrás cuánto producto necesitas comprar. La pasta tiene un espesor de unos 3 mm. Si tú gotelé es más profundo, deberás realizar el cálculo para dar dos capas.

   Protege la casa

Es la forma de que todo quede mas limpio una vez hayas terminado. Basta con que coloques los muebles en el centro y los cubras con plástico. Además, pon cinta de carrocero en los bordes de interruptores, ventanas, puertas y rodapiés, así como en la unión de la pared con el techo.

   Aplica el producto

Remueve el producto antes de empezar. La masa es bastante espesa, por lo que puede que necesites un taladro con varilla removedora. Después aplícala sobre las paredes con la ayuda de un rodillo. Realiza movimientos horizontales, verticales y diagonales. Se aconseja realizar zonas de 2 x 2 m para que la pasta no se seque y no queden demasiadas uniones.

   Elimina y lija imperfecciones

Pasa la llana sobre la pared de manera horizontal para que no queden bordes de unión. Hazlo cuando la pasta aún esté húmeda. Al secar, lija las imperfecciones que hayan quedado y elimina el polvo resultante con la ayuda de un paño limpio.

   Sella y pinta la pared

Emplea un producto de imprimación para sellar la pared correctamente y después píntala del color que desees. Si lo prefieres, también puedes optar por un papel pintado. Hay una amplia gama de diseños disponibles en el mercado entre los que puedes elegir.

Raspando el gotelé

Esta opción se usa cuando la pintura de la pared es al temple, por lo que no resulta demasiado dura de raspar. Uno de nuestros Brycus consejos es que antes de empezar te asegures de que la pared no tiene graves imperfecciones, pues van a quedar expuestas cuando acabes.

    Humedece la pared

Moja el gotelé con un pulverizador de agua. Te recomendamos aplicarlo en zonas de 1 x 1 m. Basta con que humedezcas el temple hasta que cambie de color. Evita que se moje hasta formar una pasta.

    Raspa la pintura

Una vez está lo suficientemente húmedo, raspa la pared con una espátula de unos 5 cm de ancho. Para ello, debes inclinarla ligeramente y aplicar un firme movimiento hacia arriba. Ve retirando la pintura de toda la pared, pero teniendo cuidado de no clavar la espátula y dejar marcas. Tómate el tiempo que haga falta.

    Sella y pinta la pared

Al acabar, podrás ver cómo la pared tiene un estilo mucho más actual. Ahora solamente queda que selles el resultado con una capa de imprimación, para después pintar la superficie del color deseado.

Acabar con el gotelé es coser y cantar, únicamente hay que dedicarle el tiempo necesario. No hacen falta herramientas y materiales caros o complicados, sobra con tener voluntad y ganas de trabajar. Cuando veas los resultados, no te arrepentirás del esfuerzo realizado. ¡Tu casa quedará como nueva!