Elegir el compresor de aire adecuado para tus necesidades específicas a la hora de desarrollar actividades de bricolaje puede no ser una tarea tan sencilla como parece. Su peso, su tamaño o sus litros de capacidad, así como los accesorios que sean compatibles con él, son aspectos a tener muy en cuenta. Aquí encontrarás información que te será de mucha utilidad para resolver esta cuestión.
En líneas generales, debes tener en cuenta tres aspectos o características fundamentales que son las que determinan el tipo de compresor de aire ante el que te encuentras. La primera de ellas es el tanque, que posee unos determinados litros de capacidad. En este sentido, cuanto más grande sea, más metros cúbicos de aire por minuto podrá liberar. Asimismo, si lo quieres, por ejemplo, para pintar, ni siquiera es necesario que cuente con un tanque. Hay modelos específicos realmente interesantes.
El segundo aspecto a tener en consideración es el del caudal. Este se mide en bar de presión de aire comprimido y debe ajustarse perfectamente a tus necesidades. Generalmente, encontrarás la cifra con el formato de litros por minuto especificada en las descripciones de los compresores de aire en cuestión. Suele afirmarse, como principio teórico estandarizado, que el caudal de aire comprimido por minuto es de 100 litros por cada caballo de potencia que posea el dispositivo.
Ahora llega el momento de que te fijes en la fuente de alimentación del dispositivo ya que este tipo de aparatos pueden funcionar de diferentes maneras. Los más comunes son los eléctricos, que se conectan a una toma de corriente o, en su defecto, cuentan con una batería interna que, tras ser cargada, les proporciona la energía que necesitan para funcionar. Sin embargo, también los hay de gasolina. Estos son mucho más prácticos para realizar tareas al aire libre en las que encontrar un enchufe cercano es imposible.
Por su parte, la potencia del aparato es otro aspecto que debes tener muy en cuenta. Y es que no es lo mismo que quieras uno para desarrollar actividades de bricolaje que para realizar tareas pesadas en tu trabajo. Eso sí, piensa que, cuantos más caballos posea el dispositivo, por norma general, mayor será su peso y sus dimensiones y, en consecuencia, más complicado será transportarlo de un lugar a otro.
Habitualmente, los compresores de aire se clasifican en tres grupos según su potencia. En primer lugar, hay que hacer referencia a los modelos que ofrecen 2 CV o menos de potencia. Estos están especialmente indicados para desarrollar pequeños trabajos domésticos y de bricolaje como, por ejemplo, barnizar madera, pintar, inflar ruedas, colchones y pelotas, etc. Son los más baratos de todos, pero, evidentemente, su caudal, medido en bar de presión, es bastante reducido. Suelen tener un tamaño bastante pequeño, por lo que se almacenan muy fácilmente en el trastero o el garaje.
Por otro lado, hay que hacer referencia a los compresores de aire de entre 2 CV y 4 CV. Se trata de herramientas que mezclan características propias de los dispositivos domésticos con otras más fáciles de encontrar en los profesionales. Puesto que su tamaño y peso ya suele ser considerable, es habitual que incorporen ruedas para hacer más sencillo su traslado.
También hay que hacer referencia a los compresores de aire de 4 CV o más, que son los más potentes del mercado. Como es evidente, son los más utilizados y demandados dentro del ámbito profesional ya que ofrecen un caudal de aire máximo muy elevado. Además, su manejo requiere de bastante pericia. Por ejemplo, suelen utilizarse para cortar materiales tan robustos como el hormigón o el granito, así como para otras muchas tareas relacionadas con el sector de la construcción. La mayoría de los modelos que forman parte de esta tipología funcionan con gasolina, aunque también los hay eléctricos.
El tema de los accesorios también es importante. En concreto, este tipo de herramientas requieren de tres fundamentales para funcionar correctamente y ser útiles ante cualquier tarea. El primero de ellos es el aceite. Al tratarse de una máquina neumática, es imprescindible emplear un lubricante que evite el desgaste y la corrosión de sus piezas.
Los filtros también merecen una mención especial. Son los responsables de proteger el dispositivo de la humedad y de las impurezas. Deben ser limpiados periódicamente. Finalmente, hay que hacer referencia a las pistolas, que pueden ser de inflado con o sin manómetro, de pintura, de lavado, de soplado, etc. Hay multitud de modelos para cometidos diferentes.
En definitiva, sigue estas recomendaciones y acabarás eligiendo el compresor de aire perfecto para ti.
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