Si actualmente tienes instalado un tubo fluorescente, puedes utilizar la misma lámpara para conectar el tubo led. Sin embargo, deberás hacer una sencillas modificaciones.
Brycus consejos te dice cuáles son los pasos a seguir para reemplazar una tecnología por otra. Pero primero hablemos de las ventajas de hacer este cambio.
Al comparar entre sí las prestaciones de los tubos led y los fluorescentes, los primeros resultan ser los claros vencedores. Esto se debe a las siguientes razones:
Durabilidad: Tienen una vida útil de 50 000 horas, es decir, cinco veces más que sus contrapartes.
Resistencia: Soportan mejor los golpes y las vibraciones. Y si llegan a sufrir daños, pueden repararles, algo imposible para las lámparas fluorescentes.
Consumo: Los tubos led vienen en versiones de 8 y 12 W. Los fluorescentes, en cambio, pueden llegar a consumir entre tres y cuatro veces dicha cantidad.
Velocidad: Las lámparas led se iluminan de forma inmediata al presionar el interruptor, a diferencia de las fluorescentes, que pueden tardar algunos segundos en arrancar.
Número de encendidos: La vida útil de un tubo led no se ve mermada por el número de veces que las enciendas durante el día. En cambio, los fluorescentes agotan su período de uso con cada arranque. Las 10 000 horas de vida prometidas por sus fabricantes pueden reducirse si los enciendes más de dos veces al día, lo que es altamente probable.
Seguridad: Los tubos fluorescentes contienen vapor de mercurio. Si este se rompe y dicho gas se esparce por el aire, puede ser nocivo para la salud humana y para el medio ambiente. Las lámparas led, por su parte, no necesitan ningún gas para encenderse.
Visita nuesta sección de bombillas, donde encontrarás una amplia selección de lámparas led.
No se necesitan tener conocimientos avanzados en tecnología para sustituir un tubo fluorescente por uno led. Solo tienes que prestar atención a los pasos que Brycus consejos te muestra a continuación y hacerte de las herramientas y los materiales adecuados. Estos incluyen un alicate pelacable y uno de corte, una clema y un destornillador. ¿Ya los tienes? Comencemos, entonces.
1. Desmonta el tubo fluorescente
Apaga el interruptor que alimenta a la lámpara y desconectala. Así evitarás el riesgo de sufrir una descarga eléctrica. A continuación, retira el tubo fluorescente de la lámpara.
2. Anula el cebador y la reactancia
Los tubos fluorescentes emiten luz gracias a la presencia de un compuesto con propiedades lumínicas. Se trata de una mezcla de gases conformada por vapor de mercurio (como mencionamos antes) y argón o neón.
Dos dispositivos se encargan de generar las condiciones necesarias para que el gas al interior del tubo se ilumine. El primero es el cebador, el cual produce una chispa que eleva la temperatura al interior del tubo. El segundo es la reactancia, que incrementa la tensión eléctrica de 220 a 1000 voltios.
Como los tubos led tienen un funcionamiento muy distinto al de los fluorescentes, no necesitan cebador ni reactancia. Así que debes desconectar los cables que alimentan estos dispositivos. Para hacerlo, necesitarás el destornillador.
3. Conecta cables a la corriente eléctrica
A diferencia de los tubos fluorescentes, que se conectan a dos portatubos, los led solo necesitan hacer contacto con uno. Elige cuál usarás y conéctalo a la corriente eléctrica.
Para ello, deberás cortar y pelar los cabes de la corriente y los del portatubos con los alicates correspondientes. Ahora, deberás unir tales cables con la ayuda de la clema y el destornillador.
4. Monta el tubo led
Finalmente, coloca el tubo led en la lámpara, asegurándote de que haga contacto con el portatubos que dejaste habilitado.
Ahí lo tienes, una lámpara led lista para usarse y con la que podrás ahorrar en el gasto de tu tarifa eléctrica. Visita nuesta seccion de bombillas para conocer los distintos modelos que tenemos a tu disposición.
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