Tipos de calefacción existente en el mercado

Calefacción eléctrica

Las estufas eléctricas son de los sistemas de calefacción más populares. Funcionan de la siguiente manera: la energía de una estufa eléctrica pasa a través de un circuito, aumentando la temperatura de un conjunto de resistencias. De esta manera, convierten la electricidad en calor.

Son ideales para zonas donde no hace demasiado frío y edificios donde la calefacción no se usa con frecuencia, como las segundas viviendas. Esto se debe a que consumen mucha electricidad, la forma de energía más costosa.

Calefacción con leña

Las estufas de leña han formado parte de la vida de la gente durante mucho tiempo. Desde hace siglos, se ha recurrido a este material para calentar los hogares. Estos sistemas de calefacción destacan por ser resistentes y duraderos.

Además, tienen un diseño clásico y poseen una estética que las convierten en bellas piezas decorativas. Son perfectas para los días más fríos del año en los que prefieres quedarte en casa. Por otro lado, hay modelos que tienen un diseño más moderno. Algunos incluso se pueden colgar o empotrar en la pared.

Como su fuente de energía es la madera, suelen ser una opción más económica que algunos combustibles y no requiere de electricidad para funcionar. Por lo tanto, son una gran fuente de calefacción cuando ocurre un corte de energía.

También cabe destacar que las emisiones contaminantes de una estufa de leña son mínimas, ofreciendo una calefacción más limpia que otras. Se pueden emplear como fuente de calor principal o secundaria.

Calefacción de gas

El gas natural es uno de los combustibles para estufas más populares de España. Las estufas que lo utilizan son cómodas, seguras y ofrecen un gran rendimiento. Este sistema emplea el gas para calentar una caldera, que a su vez eleva la temperatura de unos tubos por donde circula agua. Finalmente, el líquido caliente se dirige a una serie de radiadores, que son los encargados de calentar el ambiente.

Debido a que el gas propano cuesta casi el doble que el gas natural, las estufas que lo usan como combustible son una alternativa a considerar solo en caso de que vivas en una zona donde no llega la red de distribución de gas natural. El suministro de gas propano se lleva a cabo por tres vías principales: 1) por medio de un camión cisterna; 2) envasado en bombonas, o 3) canalizado como parte de una red de casas conectadas a un gran tanque central.

Por último, las estufas con gas butano son muy habituales en viviendas particulares de la serranía. El combustible que utilizan suele almacenarse en cilindros de 12 kg que se pueden abastecer en las gasolineras o pedir a domicilio.

Existen dos diferentes tipos de estufas de gas butano: las interiores y exteriores. Las primeras son muy utilizadas para calentar las habitaciones de las viviendas. Por otro lado, las exteriores son la opción predilecta en muchos restaurantes con terrazas. Estas últimas destacan por su gran potencia, la cual puede regularse de acuerdo con las necesidades del usuario.

Otro equipo que funciona con gas butano es la caldera estanca. La quema de combustible aumenta la temperatura de un edificio mediante calentar un circuito que alimenta de agua caliente a un conjunto de radiadores. Por último, está la chimenea estanca de gas butano. Su mayor atributo es la rapidez con la que alcanza la máxima temperatura: tan solo 5 minutos.

Calefacción con pellets

Las estufas de biomasa se alimentan con pellets, un producto que se fabrica a partir del aserrín. Ahora bien, hay que tomar en cuenta que las estufas de biomasa son más caras que otros modelos y requieren más mantenimiento. Además, el usuario necesita suficiente espacio para almacenar los pellets.

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