Los gases refrigerantes son fundamentales para el correcto funcionamiento de cualquier sistema de aire acondicionado. La principal función de estos fluidos es absorber el exceso de calor. Esto es posible porque los gases refrigerantes tienen propiedades químicas especiales relacionadas con su punto de evaporación y su punto de condensación. Al cambiar su estado de líquido a gaseoso, pueden extraer el calor de un recinto y transportarlo a otro.
Existen varios tipos de gases refrigerantes y su clasificación depende básicamente de estos criterios: su estructura molecular, su seguridad. Si bien, atendiendo a otros aspectos la clasificación puede ampliarse hasta cinco categorías.
En este artículo vamos a ofrecerte algunos Brycus consejos para que puedas valorar qué sistema de aire acondicionado se ajusta más a tus necesidades. Descubre las ofertas en climatización a la vez de informarte sobre las características y tipología de los gases refrigerantes.
Esta clasificación es la que te resultará más familiar, sobre todo, si te preocupan las cuestiones medioambientales. Siglas como CFC, HCFC o HFC son conocidas para todo aquel concienciado por el efecto invernadero, la destrucción de la capa de ozono o el calentamiento global.
Los dos grandes grupos de gases según esta clasificación son:
• Los inorgánicos.
• Los orgánicos.
Los inorgánicos fueron los primeros refrigerantes utilizados ya en maquinaria de producción de frío en el siglo XIX. El agua, el dióxido de azufre, el dióxido de carbono o el amoníaco son alguno de ellos. Actualmente solamente se utiliza el amoníaco por los problemas de peligrosidad que presentaban los restantes.
Los gases clasificados como orgánicos se basan en el carbono. Entre ellos se encuentran los CFC, los HCFC y los HFC. El uso de los dos primeros está prohibido desde el año 2000 y 2004 respectivamente.
Los gases HFC (Hidrofluorcarbonos) son mezcla de varios gases que en ningún caso contienen cloro, y por tanto, no dañan la capa de ozono. Se conocen como la tercera generación de gases refrigerantes. Sin embargo, la desventaja de este tipo de gases es que tienen un potencial de calentamiento atmosférico entre medio y alto.
Existe una cuarta generación de gases, los conocidos como HFO (Hidrofluoroolefinas) que no agotan la capa de ozono y además tampoco contribuyen al aumento del calentamiento atmosférico o efecto invernadero.
De menor a mayor peligrosidad de los gases refrigerantes debido a sus propiedades inflamables, corrosivas y explosivas se distinguen:
L1: Estos refrigerantes no son inflamables y su toxicidad es nula o muy baja. En este grupo se encuentran el R11, R410A, R500 entre otros.
L2: La mayoría de los gases clasificados como inorgánicos como el amoníaco se encuentran en este grupo. Estos gases pueden ser explosivos, tóxicos y corrosivos.
L3: Son muy explosivos e inflamables. El butano, el propileno, el metano entre otros cuentan con esta clasificación.
Con ayuda de nuestros Brycus consejos tendrás más criterios cuando vayas a elegir un sistema de climatización. Son varios los aspectos que tendrás que considerar. El gas refrigerante del equipo debe respetar la normativa medioambiental. Es importante que los gases no dañen la capa de ozono ni aumenten el efecto invernadero. Eligiendo las últimas generaciones de este tipo de gases, se puede garantizar la mayor durabilidad del equipo de climatización, pero sobre todo que serás respetuoso con el medio ambiente.
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