Los bols para fuego y los braseros son herramientas para crear fuego de una manera controlada en tu terraza o cualquier espacio al aire libre. Con Brycus, podrás vivir la experiencia del fuego con seguridad, sin tener que preocuparte por el riesgo de las llamas. ¡Entra y descubre todos los boles y braseros que hemos seleccionado para ti!
¿Para qué sirven los boles de fuego o braseros?
Los boles para fuego y braseros son cuencos de metal, normalmente de acero o hierro, cubiertos de pintura anticalórica que facilitan la combustión de leña a modo de fogata. Y como tal, puedes utilizarlos para diferentes propósitos, ya sea como una fuente de iluminación para crear una velada íntima en el jardín o un accesorio para cocinar a leña, un tipo de cocina tradicional que dará un sabor especial a tus alimentos. Además, funcionan como un elemento decorativo para, por ejemplo, eventos musicales diseñados para un grupo reducido de personas.
Aunque a lo largo de la historia el brasero más utilizado fue el brasero metálico, también existieron diversos modelos de brasero cerámico, famosos por sus antiguos precedentes como objeto alfarero; solían ser recipientes abiertos, con forma ovoide y con múltiples agujeros. No deben confundirse con el anafe o anafre, un tipo de hornillo fabricado para mantener caliente la olla de la comida, a pesar de que este, y especialmente su brasa, se podía utilizar como brasero o para alimentarlo. Otra parte importante la ocupan los braseros de fina cantería, muchos de ellos fabricados con piedras nobles y frecuentes en los restos de la civilización árabe en el al-Ándalus.
El brasero metálico doméstico era un recipiente cóncavo, provisto generalmente de una tapa con hendiduras por las que salía el calor o una alambrera metálica que mantenía al límite las quemaduras. Para evitar el contacto con el suelo, los modelos caros incluían un pie o un soporte. El combustible por excelencia era el cisco o picón, un tipo de carbón vegetal muy menudo y de larga combustión.
El brasero doméstico se colocaba en el centro de las habitaciones o debajo de unas mesas especiales, llamadas mesas camillas, que, a su vez, estaban sobre una tarima de madera que incluía una perforación para encajarlo y servía de reposapiés. Para reavivar el fuego se utilizaba un instrumento metálico llamado badila, que consistía en un mango y una paleta redonda doblemente perforada en su borde superior; cuando la combustión se debilitaba y bajaba el calor, se removía el fuego cuidadosamente con la badila. A las personas que pasaban mucho tiempo sentadas en la mesa camilla les salían en las piernas una especie de manchas o vejigas muy incómodas, conocidas como cabrillas.
Actualmente los bols para fuego y braseros están indicados para espacios exteriores porque en su momento se consideró un artefacto peligroso dentro de las viviendas. Fue causa de incendios frecuentes al entrar en contacto las faldas de la mesa camilla y diversas prendas de ropa. Sin embargo, el peligro más grave era el “tufo”: la posibilidad de envenenamiento por emisión de monóxido de carbono, la cual se producía especialmente en habitaciones poco ventiladas.
El equipo de Brycus ha reunido una selección de cuencos y braseros que te permitirán disfrutar de una acogedora velada sin preocupaciones.
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